Cuento.
Érase una vez un príncipe guerrero que fue presa de una maldición el dia de su nacimiento, sin saber cual era, solo sabia que en su cuerpo estaba escrito que estaba maldito... Recorrió muchos reinos buscando soluciones, pero los mejores magos no consiguieron respuesta y los mato... luego quiso buscar compañía, pero no podía encontrar una sola meretriz aceptable que estuviera con el… Estaba verdaderamente maldito...
También mato meretrices, lo que lo hizo huir de muchos pueblos, además de ponerle precio a su cabeza.
Nadie quería estar con el, ni en las colonias de leprosos conseguía alivio, y lo peor era que no se contagiaba de la lepra, lo cual al menos le habría dado otra razón para sentirse verdaderamente desdichado mientras se podría en vida luego de una vida de búsqueda sin respuesta, un día llego al limite de sus fuerzas, encontró un claro en el bosque, miro al cielo y dijo: "si en verdad hay una fuerza superior, sabe que no puedo seguir viviendo así... necesito una respuesta o la muerte!"
Entonces, paso un pájaro que justamente decidió aliviar su sistema digestivo con tanta suerte, que fue a caerle en el ojo a nuestro valiente príncipe... luego de maldecir a la supuesta fuerza superior, comenzó a escuchar la risa de una princesa que acertó a pasar por ahí en ese momento.
A la princesa le pareció el incidente tan gracioso, que se ahogaba de la risa... mientras le señalaba un arroyo para que fuera a lavarse.
Al mirarse en el arroyo, el príncipe, que pensaba matar a la princesa por haberlo deshonrado de esa forma, se miro un momento en el arroyo, con su ojo sin mierda, por supuesto, y le pareció tan gracioso, que no paro de reír mientras se lavaba.
Desde ese día, su maldición se levanto, pues le faltaba aprender a reírse de si mismo... Y la princesa? se caso con ella, por supuesto, aunque ella sigue riéndose de el y recordándole que aunque tenga todo el poder del mundo, una simple paloma se caga en el.
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