The Spiderweb of Life

Wednesday, October 17, 2007

!!!!!!!!!!



Saludos a Todos desde los altos de Pipe! (es en serio, donde queda el IVIC se llama asi, look it up if you don't believe me).

En la casi tercera semana de haberme venido a los altos mirandinos, les cuento mi historia hasta ahora, como a mi me gustaria que me la contaran.

Llegue un jueves en la noche, después haber pasado los dias anteriores llorando como una tonta por casi cualquier cosa... Para justificarme, además de un pleito feo con una de mis hermanas (no de sangre, pero de espíritu, que es mejor), como siempre yo estaba extrañando a todo el mundo mientras todavía estaba con ellos. En fin, en el camino al bus se le ponchó una morocha (interesante dato, y a ver si alguien le consigue lógica a esto, el bus tiene cauchos dobles, sin embargo, sólo lleva un caucho de repuesto, anyone?), y pasamos una hora y algo parados a 40 minutos de Barquisimeto, y terminé llegando a Caracas como a las 9 de la noche, y a los diez minutos de que mi tío me buscara, me echó el balde de agua que me tenía que levantar al otro dia a las 5 de la mañana, porque salíamos a las 6 al IVIC, para evitarnos las colas...Para nada, porque en el IVIC nos pararon en la alcabala desde las 7 y media que llegamos, hasta las 8 y meda, hora en la que comienzan a entregar los pases de entrada. Mi tío se durmió (roncó y todo) con su camioneta prendida, y cuando llego la hora de subir, no tenía batería. Fun, isn't it?

En fin, tuve que hacer una prueba de aptitud académica (menos preguntas, same fundament) en la cual tiré completamente a pegar las preguntas de matemática, y luego una prueba de observación, donde tenias que inferir cual cuadrito completaba la serie de nueve, de esos que son cuadritos con rayitas horizontales, verticales, torcidas y tal...Eso fue divertido.

Y bueno, despues de eso básicamente estuve con mi familia hablando paja mayormente hasta que el domingo subí a San Antonio, y luego de una sesión familiar dominguera de gritar paja (si, porque este lado de mi familia no habla, grita, y para que yo lo diga, imagínense como suenan) me quedé a dormir en el sofa de mi tía, porque el primo con el cual me iba a quedar estaba trabajando.

El lunes empecé aqui en el IVIC, con el martirio total de pedir pases, de lo cual lo mas divertido es que luego de pedir pases tienes literalmente que stick your thumb out and hitch a ride, porque son 4 kilometros en subida hasta algo más o menos poblado. Ahora, lo bueno de los 4 kilometros? que son frios, puro bosque a tu alrededor, todo tranquilo, sin ruido, sin cornetas, sin colas (al menos aquí adentro) y ves pájaros, y perritos, y segun me han dicho, hay toda clase de animales divertidos, ademas de algunos de los científicos, que bien parecen especímenes animales.

La doctora que es mi tutora es medio loca, y a veces no tan loca chevere... Está embarazada, pero no se si sea debido a eso que a veces le dan unos anger outbursts que tu te quieres como meter bajo una baldosa (hasta ahora no he sido blanco de ninguno de ellos, y espero no serlo).

El laboratorio donde trabajo es de una forma muy cómica, porque es un pasillo largo, con cuartos a los lados, y cada cuarto es de algo... Una nevera tipo carnicería (es un cuarto, niños, un cuarto completo de nevera a 4ºC), las oficinas y las áreas de laboratorio propiamente dichas, una para PCR y para extracciones de DNA y RNA, las de lavado... y las mas mas cool, las de cultivo celular con sus propios tanques de nitrógeno líquido para almacenar las células... No saben en cuántos usos he pensado para el nitrógeno líquido.

La gente es medio loca, hay un tipo aceleradísimo, que es un vacilón (casi doctor, creo que es), pero toda la gente es asi linda y feliz, y voy a trabajar un mes aqui y otro en otro lab, que creo que trabajan con VIH, pero no, todavia no me toca ponerme una braga de astronauta, cosa que es uno de mis sueños (aunque ya se que en el instituto nacional de higiene lo hacen..mmm...bragas de astronauta).

Mi primo vive en un anexo, que es básicamente un apartamento chiquitito, dos cuartos, un baño, sala comedor cocina (asi, junto) y listo. Pero él ahorita se fue a Margarita, asi que me dejó de cuidadora, y estoy viviendo sola (al menos hasta el domingo).

Questions? Comments?

P.D. LOS QUIERO!!!!!!!!!!!
P.D.2. LOS EXTRAÑO!!!!!!!!!!!!!

Tuesday, October 02, 2007

Seasons of Love.
525,600 minutes,
525,000 moments so dear
525,600 minutes - how do you measure, measure a year?
In daylights, in sunsets, in midnights, in cups of coffee
In inches, in miles, in laughter, in strife
In 525,600 minutes - how do you measure a year in the life?
How about love? How about love? How about love? Measure in love
Seasons of love
525,600 minutes!
525,000 journeys to plan
525,600 minutes - how can you measure the life of a woman or man?
In truths that she learned, or in times that he cried
In bridges he burned, or the way that she died
It’s time now to sing out, tho the story never ends
let's celebrate remember a year in the life of friends
Remember the love! Remember the love! Remember the love!
Measure in love. Seasons of love! Seasons of love.

Saturday, September 15, 2007

Amarte a Ti.

Ricardo Arjona.



Amarte a ti no es lo mejor, lo tengo claro

Habiendo tantas cosas por hacer menos traumáticas

Como hallarle figuras a las nubes

Como ir al cine o no hacer nada

Amarte a ti no es lo mejor, pero me gusta

Quizás estoy jugando como siempre al masoquista

En vez de distraerme con el football

O con el Internet, como lo hacen todos

Amarte a ti no es lo mejor, pero es perfecto

Para encontrarle algún sentido a ésta rutina,

De ser por siempre sólo un ciudadano

Sólo uno más

Amarte a ti me hace sufrir, que buena suerte

Para acordarme de que existo y de que siento

Para tener en que pensar todas las noches

Para vivir

Amarte a ti es un veneno, que da vida

Es una antorcha que se enciende si se apaga

Es lo sublime junto con lo idiota

Es lo que siento, y a quién le importa

Amarte a ti es la verdad más mentirosa

Es lo mejor de lo peor que me ha pasado

Es la ruleta rusa por un beso

Es lo de siempre improvisado

Amarte a ti es un error, dice un amigo,

Que cree que ser feliz es estar libre

Y se pierde del matiz que da lo incierto

Amarte a ti

Es la embajada de un instante en mi cerebro

Es también haberte odiado un par de veces

Amarte a ti es un absurdo, y lo sabemos

Y así será...

Mientras nos dure...



Ya no se me ocurren cuentos de dramas y diversiones humanas... La vida me proveyo de suficientes dramas y diversiones, y le agradezco por eso, aunque a veces me provoque mandarlo todo (y a todos) al carajo, pero no al primer carajo que esta mas cerca, sino al ultimo que esta como en la vigésima quinta duna del desierto del Sahara.

En fin, sean felices de la forma que mejor les parezca, asi sea siendo infelices...

Los quiero, amigos invisibles!

Sunday, July 29, 2007

Creencias.

Anoche, un trabajador de farmatodo se rió porque me aparté cuando barría... Lo hice porque él estaba barriendo, y yo estaba atravesada, asi que me quité para dejarlo terminar el trabajo. El me miró y me dijo: "Crees que te voy a barrer la suerte?"

Resultó que anoche yo andaba medio Luna, estaba así como liviana, como más de allá que de aquí, pero esa frase tan random se me quedó en la mente.

Antes de dormir me puse a pensar en lo fuerte que son las creencias de la gente, por aparentemente tontas o simples que sean, y lo que las pueden llevar a hacer.

Hay ejemplos grandes y graves, desde las Cruzadas, por ejemplo, donde por recuperar un sagrado pedazo de tierra, cuyo valor, aparentemente, depende del dueño, murieron muchos, algunos creyendo, otros, quizás, solo defendiendo lo que sabían. Están las quemas de brujas y las Inquisiciones, donde a algún ingenuo se le ocurría alzar la voz en contra de la creencia general, y terminaba en una muerte usualmente lenta y dolorosa (porque vamos, existe algún otro tipo que valga la pena?).

Hace poco, con algo que a mi me parece una superstición igual a la de pasar bajo una escalera o que se te atraviese un gato negro, alguien salió a defenderla con profunda y absoluta creencia, bajo el argumento de "Yo no lo hice, ya estaba así" y me dejó como en shock ver, en los ojos de alguien, no sólo esa creencia ciega, sino ese poquito de lástima, esa, digamos, pena, de que lo que estábamos alrededor no compartiéramos esa aparentemente vital creencia.

Eso me complicó (claro, a mí que me encanta...) porque me puse a pensar que esta persona sería justo el tipo de meterte sus creencias, sólo porque tiene la razón (según ella) y tú no, hasta por donde no te quepa, y entendí, en ese momento, porque por mucho que quiera a esa persona, nunca voy a poder sentir una conexión real con ella.

Por mucho que pueda gustarte tener razón, creo que en esta era, donde mitos ancestrales se caen de un pequeño toque en un talón, y donde verdades de piedra resultan ser de anime pintado, no me sorprende que la gente se aferre a sus creencias, cualesquiera que sean, porque, a la final, puedes perder todo, menos aquello en lo que crees; lo que me sorprende aún, es que después de ver, como decía algún filósofo raro del cual me hablaron en la clase de ética hace ya mucho tiempo y de cuyo nombre no me acuerdo, que la verdad está fuera de nuestro alcance, y lo que tenemos son aproximaciones a ella, que alguien todavia crea que tiene la única, cierta, inamovible e indiscutible Verdad en la mano, y que además, le parezca natural forzarla en ti.

Supongo que eso que una vez leí hace tiempo y que se ha repetido en muchas partes, eso de que mi signo es voluble, tiene dificultades decidiendo, y cambia de opinión fácilmente, yo me lo tomé a pecho, porque a mí no me sorprende eso de que las creencias se caigan, o que las verdades de ayer ya no sean ciertas hoy, y por lo mismo, no me siento con la verdad en la mano, sólo tengo lo que es verdad para mí, hoy.

Inane ramblings, as usual... *walks off speaking to herself*

Sunday, May 27, 2007

En la misma nota de Ruthie, transmitire una columna de Luis Fernandez, porque me parecio excelente.

Bondades Innecesarias.

"Si no te hice ningún bien,
por qué tu mano me hiere..."
Andrés Eloy Blanco

En una de mis películas favoritas, la protagonista, Nicole Kidman, llega a un pueblo perdido huyendo de un gran peligro. Los habitantes de este caserío la reciben y albergan en lo que parece un acto de bondad y tolerancia. Ella, agradecida comienza a hacerles favores para retribuirles la atención, y es así que comienza entre ellos una típica relación disfuncional, muy parecida a la que sostenemos a diario con nuestros compañeros de trabajo y, sobre todo, con nuestros compañeros de vida.
Con el tiempo, y teniendo la ventaja de ser lo que "hacen el favor", los habitantes del pueblo comienzan a exigir más de su huésped. Pasado el furor inicial del acto benévolo, mitigado ya el placer de haber hecho algo "bueno" por el prójimo en desgracia y convencidos de la superioridad que les otorga el haber sido tolerantes, comienzan a abusar a la protagonista. Ella, que está en inferioridad de condiciones, pero que se sabe superior en intelecto y sabiduría, justifica las acciones que el pueblo ejerce en su contra alegando que "están haciendo lo mejor que pueden". Las palabras dichas por Kidman me sonaron alarmantemente familiares.
La mujer intenta ahora transformarlos, hacerlos mejores personas, convencerlos de que hay un camino para salir del marasmo mediocre que los sostiene apenas como muertos en vida en medio de sus desgracias cotidianas. Ante esta atrevida iniciativa, los habitantes del pueblo, aferrados a su diminuta felicidad de clase media y negados a ser más que lo que cómodamente son, la convierten ahora en una esclava y la atormentan sistemáticamente para que entienda que eso que propone no es más que una herejía insólita y que la mediocre e infeliz es ella. Nuevamente aquello retumbó en mis oídos como algo mil veces escuchado.
Finalmente, el que peligrosamente perseguía a nuestra heroína logra dar con ella. La mujer huía despavorida de la arrogancia criminal de su padre que amenazaba con convertirla en una como él. Ella estaba dispuesta a soportar cualquier abuso para evitar aquella, y además, entenderlo como algo correcto. El padre le dice ahora: Justificar a esos mediocres y tenerles esa compasión es el acto más arrogante quejamás haya visto. Ella, que comprende que es cierto, toma entonces su decisión final y le responde a su padre: Si hay un pueblo sin el cual el mundo sería un mejor lugar, es éste. Y es así como el pueblo y sus habitantes, a punta de metralla y fuego, deja de existir para siempre.
Una vez culminada la película, quedó aquella conclusión rondándome durante meses.
Si, digamos, desde lo que no sin esfuerzo hemos aprendido, intentamos ayudar al que no se quiere ayudar, si le damos la oportunidad al que siente que no se la merece, es natural entonces que en lugar de agradecimiento intenten satanizarnos, pues hemos osado confrontarlos con lo que son. Justificarlo diciendo que el pobre está haciendo lo mejor que puede, es un acto de arrogancia y con certeza nos llevará a ametrallarlo de un modo o de otro.
Si, digamos, una mujer ofrece redimir a un hombre con su amor y hacerlo feliz, y este tolera el casarse con ella y hacerla generosamente su mujer. Si entonces ella, agradecida con la estabilidad y la seguridad que le ofrece, comienza a atenderlo hasta convertirse en una especie de esclava. Si, con el tiempo, él comienza a abusarla sistemáticamente y ella lo justifica diciéndose que él hace lo mejor que puede, que ella al fin de cuentas es la señora, que así fue como lo criaron. Sería natural que tarde o temprano, como la protagonista de la película, tome la mujer la metralleta de la infidelidad, del desamor, de una venganza cualquiera, y se la vacíe al infeliz en la cabeza.

Sunday, May 13, 2007

Había una vez un príncipe con el corazón destrozado.
Un mago, luego de ser derrotado por el rey, utilizó toda su magia oscura para hacer que el corazón el príncipe se fragmentara en miles de piezas, y el viento se encargó de esparcirlas por las cuatro esquinas del mundo.
El príncipe podía sobrevivir con su corazón destrozado, pero desde pequeño supo, y sintió, que no podía amar hasta que su corazón estuviera completo.
Cuando el príncipe tenía 10 años, el rey, su padre, ya había gastado infinitas cantidades de oro en los guerreros más valientes, las personas con la mejor vista, y los monjes más aplicados, todo destinado a buscar piezas del corazón del príncipe, que podían estar en cualquier parte, incluso entre los infinitos granos de arena de las orillas de los mares.
Nuestro príncipe era muy joven aún para entender cuando las piezas de su corazón comenzaron a llegar a el, pero sintió el indefinible calor, la inexplicable euforia, y el apurado palpitar de algo que se iba completando lentamente, como un rompecabezas, dentro de él.
Algunas pequeñas piezas fueron encontradas, traídas casi por un hado invisible, generalmente justo cuando un poco de arena, un simple vaso de agua, o un plato roto estaban a punto de irse a la basura, algo entre las piezas comenzaba a brillar, y quienes las encontraban eran presas de una felicidad instantánea, aún sin saber que el rey les otorgaría una gran recompensa en oro.
Ya hecho un hombre, nuestro príncipe decidió, sabiamente, emprender un viaje, que duraría tanto como fuese necesario para completar su corazón.
Apenas saliendo de su reino, viajando de incógnito y sin un centavo, se encontró una pareja fantástica, una animago, y una extraordinaria aventurera, que le acompañaron en su viaje, calentando sus noches con las emocionantes historias de peligros, hallazgos y criaturas fantásticas que habían llenado sus intricadas vidas. Cuando llegó el momento de separarse, con la pena de la despedida, el príncipe fue presa de un agridulce dolor, que aunque lo dejó medio muerto, le dio una gran alegría luego, al notar que al dejar que otros se introdujeran en su ser, al irse dejaban parte de ellos, piezas que iban a completar un poco más su corazón destrozado.
Encontró un grupo de hadas preciosas, una noche en un bosque, que lo enloquecieron con visiones de éxtasis, y que sólo se aparecían cuando les placía, no importaba cuánto necesitara el príncipe de ellas en algún momento determinado. Estas hadas absorbieron la vida del príncipe hasta el punto en que en lo único que podía pensar era en ellas, y lo único que parecía tener valor en su vida eran ellas. Sólo una sonrisa de las hadas era capaz de cobijar a nuestro príncipe en la más fría de las noches. Las hadas también fueron pasando, dejando lecciones para el príncipe, además de piezas de su corazón, unas costando más dolor que otras, y otras haciéndolo sentir como la pluma más leve, flotando en corrientes de aire.
La sorpresa más grande del incansable príncipe en su búsqueda fue encontrar a una princesa que había sido presa de la misma maldición, y también buscaba las piezas de su corazón. Inmediatamente, los dos, al no sentirse solos, se tomaron de la mano y comenzaron a temblar, notando que el saberse en grata compañía de alguien que entendía perfectamente lo que pasaban, añadía una pieza a su corazón.
Un buen día, la princesa, en un arrebato, le dio una pieza de su corazón al príncipe, al verlo triste, recordando su familia. La buena magia estuvo con ellos, y en el momento en que la princesa le dio la pieza de su corazón al príncipe, sintió como el vacío que ésta dejaba era llenado por una nueva pieza.
Al contarse la historia de su vida, ambos príncipes la examinaron de nuevo, y decidieron acompañarse el uno al otro, caminando juntos, pero en caminos distintos… A veces se gritaban consejos, y muchas veces no estaban de acuerdo en los caminos a tomar, pero siempre eran capaces de respetar las decisiones tomadas por el otro, y lo más importante, siempre estaban el uno para el otro, dispuestos a sentarse a un lado del camino, improvisar un historia fantástica, y disfrutar de la compañía de un alma hermana.
El príncipe y la princesa siguen buscando las piezas… Quizás sus corazones no se completen en el estado en que estaban al principio de su viaje… Pero estoy segura que sus corazones completarán sus piezas.

Tuesday, May 08, 2007

Érase una vez un rey viudo, cuya única hija, la princesa mas bella de la que la historia tenia memoria, estaba condenada a ser motivo de guerras y disputas, debido al maleficio de una bruja, celosa de su belleza. Este rey mando buscar a los mejores herreros y les mando construir un anillo perfecto, el único anillo que desposaría a su hija.
Luego, el rey mando llamar al mago más poderoso, que se encargaría de esconder el anillo donde solo alguien tremendamente valiente, inteligente y astuto pudiera encontrarlo. El mago así lo hizo, y cuando comenzaron a aparecer pretendientes para la princesa, el rey les contaba de la prueba y les ordenaba buscar el anillo (interesante es notar que el rey ni siquiera sabia donde estaba).
Buscaron en los precipicios más profundos, en el nido de águila más alto de las cordilleras, dentro de los peces más raros del mar, incluso en los oscuros territorios del África, y en la selva amazónica... Miles murieron en la búsqueda de tal joya, que les daría una vida de felicidad con una preciosa y sabia princesa.
La princesa envejecía, pero su belleza, junto a su exuberante personalidad, parecían aumentar con cada año que pasaba, como si se nutriera de toda la sangre derramada para desposarla.
Un día, un maestro cocinero en un solitario palacio venido a menos (tan venido a menos estaba que el cocinero era también el herrero... ese fue el origen del envenenamiento por metales pesados), al matar a la ultima gallina del gallinero, y comenzar a dividirla cuidadosamente, para obtener lo mas posible, vio algo brillante entre sus órganos... era el anillo.
Ese mismo día, la princesa amaneció muerta, y la recompensa del cocinero fue convertirse en el rey más rico del continente, al romperse la línea de herencia... Su primer mandato fue hacer una gran hoguera, donde reunió al rey, al mago y a los herreros, y los mato por imbéciles.